Y se apareció marzo. Para la mayoría, definido como el mes menos querido del año y al cual se le pone más resistencia a iniciar. Los niños vuelven al colegio, hay que pagar la patente del auto, la ciudad vuelve a colapsar y te despides abruptamente de esos días de vacaciones y descanso. Este proceso, para muchos, es causa de gran estrés, lo que se traduce, en ocasiones, en una mala convivencia con el entorno familiar y laboral.
Joaquín Pincheira, coach experto en inteligencia emocional, de reconocida trayectoria en Latinoamérica, entrega su diagnóstico: “En marzo se genera una suerte de colapso mental, un estrés constante y caótico donde todos entramos en un torbellino de emociones, pagos, responsabilidades, lo que produce, en muchos casos, desesperación por lo que se viene. En el fondo, se genera un quiebre luego del descanso estival”.
Agrega además que “marzo se ha definido como el peor mes del año por el gran estrés que produce, pero lo importante en este contexto, es no demonizarlo y vivir con calma y ganas para poder afrontar el año de la mejor manera”.
¿Cómo se manifiesta el estrés?
Hay varios signos que podemos identificar cuando una persona está estresada debido al inicio del año y el regreso a la rutina. Se manifiestan estados agresivos, de colapso, poca tolerancia y desánimo. Además, se desarrolla una evidente falta de energía y concentración. Y algo que no podemos olvidar es que el estrés siempre se proyecta en alguna parte de nuestro cuerpo y puede convertirse en alguna enfermedad.
Al respecto, Joaquín Pincheira agrega que “sabemos que, al estrés normal del comienzo del año, se han agregado los hechos del último tiempo: el estallido social, la pandemia y con ellos la recesión. Una situación que nos angustia y provoca una serie de emociones negativas y un gran daño sicológico”.
Del problema a la solución
Pero no todo está perdido, siempre hay una luz al final del túnel. Es así como el experto nos invita a dejar que las cosas fluyan sin ningún tipo de ansiedad. Además, planificarse y ordenarse. Es de una gran evidencia que hay que cumplir con muchas responsabilidades, pero no se arregla nada con afectarse y al mismo tiempo a nuestro círculo más cercano.
“Mi mayor consejo es vivir el día a día y si se experimentan situaciones estresantes, una alternativa efectiva es salir a caminar, respirar profundo, beber agua. En este mes hay que cultivar pensamientos de tranquilidad y seguridad“, resalta.
Finalmente, Pincheira llama a la calma: “Hay que aceptar que estamos en tiempos de incertidumbre lo que provoca tener miedo y hasta en algunas ocasiones, no podemos dormir. Mi consejo es que dentro de toda esta vorágine es darse un tiempo personal. Descansar entre las actividades y no entrar en pánico ni desesperación, porque finalmente la mente crea cosas que no son y las hacen realidad. Hay que ser agradecidos por las vacaciones y concentrarse en lo que viene, con fe y esperanza de que será un gran año para todos”.